miércoles, 11 de mayo de 2011

Hebreos 10, 24 =)

Hola tú, quisiera compartir algo que he aprendido hoy. =)

El país donde yo vivo, México, como muchos otros países en el mundo, está pasando por mucha violencia como en la que a mis 24 años nunca había visto. Jamás había escuchado que la violencia llegara a personas cercanas a mí, siempre lo veía sólo en noticias.

He escuchado, como muchos preguntan "¿y dónde está Dios?" ...no es mi intención juzgar a quien lo pregunta, pues seguramente yo me hubiera preguntado lo mismo antes de que tuviera mi encuentro con Él. Dios está aquí y aun cuando somos libres de Dejarlo entrar, Él sigue tocando la puerta de nuestros corazones... todos los días lo hace.

Hace más de dos mil años vino un hombre, de nombre Jesús, a enseñarnos cómo amarnos. Algunos quisieron escucharlo y seguir su ejemplo, otros tantos no. Después, sus amigos los apóstoles, fueron enviados por ÉL, para llevar el mensaje al mundo entero. Hoy miles de años después, el mensaje se ha extendido casi por todo el mundo.

Somos libres de hacer lo que queramos, aunque es verdad que no todo conviene. Así lo dice el apóstol San Pablo en sus cartas (1Cor6.12) . Así pues, se nos ha enseñado a amar, a respetar, a perdonar, a ayudar y tantas cosas desde pequeños, a algunos se les ha enseñado más que a otros. Pero todos llevamos la responsabilidad de transmitir esta enseñanza, la mayor de las veces posible. En mi experiencia, puedo decir que muchas veces soy débil y mi carácter junto con mi voluntad, hacen que lo sea más. Por eso, reconozco como soy y le pido a Dios que me ayude a hacer el bien y a amar. Se que es difícil amar a todos, pero con la ayuda de Dios es posible.

En lo personal, creo estamos pasando por esto porque hemos sacado a Dios de nuestra vida. Lo hemos sacado de nuestra escuela, nuestros amigos y trabajos. Pienso que lo mejor sería reconocer que necesitamos de su Gracia y su Enseñanza y que antes de reconocer el error en aquel que mata, que roba y secuestra, sepamos reconocer su falta de amor y así orar por él.

A veces he pensado que si hago el bien aunque sea no devolviéndole el insulto a aquel que me insultó en la calle mientras manejaba, o si le doy el pase a un carro en vez de acelerar para que se espere, no serviría de nada pues solo es una sola persona; pero después reflexiono en eso y quizás sea sólo una persona, pero que talvez aprendió de ese gesto de caridad y se vea inspirado a hacer lo mismo. Y así en vez de mal, pueda difundirse el bien.

Si muchas veces hemos imitado el mal que otros han hecho (vengarnos, hablar mal de otros, no perdonar, no ayudar) y hemos visto que no sirve de nada; por qué no, mejor ¿imitamos el bien que vemos que otros hacen?

Por eso, hoy al leer la cita que en el título está, "Hebreos 10, 24", la cual dice:

 "Busquemos la manera de ayudarnos unos a otros a tener más amor y a hacer el bien." Hb.10, 24

Comprendí que eso es lo que nos toca hacer, cuando nos preguntemos "¿qué puedo hacer yo para ayudar en este mundo?". Y es buscar ayudarnos a tener amor y a hacer el bien, y la mejor manera de ayudar a que otro ame, es que sepa amar yo primero, y la mejor manera de ayudar a que otro haga el bien, es haciéndolo yo primero.


Por eso quiero dar gracias a Dios, que nos tiene tanta paciencia y nos ayuda a comprender lo que más necesitamos. Es un padre que no se cansa de hacer el bien a sus hijos y de que antes de darnos todo en la mano, nos enseña a conseguirlo trabajando, siempre con la ayuda de su gracia.

Me encomiendo a tu oración, para que pueda amar y hacer el bien. Yo pido lo mismo por ti. =)


Amén.